El otro día leí que Israel había estado explotando a distancia distintos aparatos electrónicos como buscas, teléfonos móviles y walkie talkies para acabar con la vida de militares de Hezbollah. Si esta noticia te hubiese llegado hace tan solo diez o quince años hubieses pensando que era ciencia ficción. De la misma manera que hace diez o quince años ya se hablaba de la guerra climática, de la provocación de sequías o de inundaciones, pero a todo el mundo le parecía mentira. Lo que ayer era un bulo de esos que dicen ahora, mañana será un documental de Netflix. La aceptación o no depende de cómo transcurra el tiempo. Y el tiempo ha dicho que ya era momento de creerse esta noticia. Así que yo ahora te vengo a adelantar otra. Otra que ahora mismo no se la va a creer nadie.
5/8/24
Aquel proyecto que Netflix me quiso comprar
Hará como cuatro años que un usuario se puso en contacto conmigo. Tuvieron que ser cuatro años porque recuerdo que era época covidiana. No es algo que, al menos con calidad, ocurra con frecuencia. La gente es muy dada a saludar, a felicitarte de vez cuando o a decirte que todo está chido, pero profundizar, lo que se dice profundizar, se profundiza poco. Aunque esta vez fue diferente. Y os lo quiero contar.
25/7/24
La inmigración ilegal de Internet
Me encantaría dinamitar Internet. Y cuando digo me encantaría es que me encantaría que ocurriese, no hacerlo yo, no porque no quisiera hacerlo, sino porque no soy nadie para llevarlo a cabo. Y os quiero explicar las razones que me llevan a pensarlo.
21/7/24
Dictatorizar Internet
Hoy es una de esas buenas noches de verano para darle a la cabeza junto a un helado y empezar a filosofar sobre lo divino y lo humano de este mundo hasta ahora maravilloso al que solemos llamar Internet. Veréis, para tu prima que está todo el día comentando enlaces de noticias de periódicos en Facebook puede que Internet sea un mero entretenimiento, como bien lo podría ser la novela de la tarde, ir a la peluquería o pagar el gimnasio para no ir, pero para otros, para mí, Internet es una segunda casa. Y lo digo de corazón, sin florituras literarias ni licencias poéticas. Mi puta casa.
15/7/24
¿Quién ha querido asesinar a Donald Trump?
Doy por hecho, querido lector, que no ves las noticias, de la misma manera que doy por hecho que tienes el criterio suficiente como para hacerte las mínimas preguntas que debería hacerse cualquier ser vivo que quisiese considerase humano. Y estoy seguro que tras ver las primeras imágenes del intento de asesinato a Donald Trump, tu cabeza empezó a dar alguna que otra vuelta con el consecuente mareo. Aun así, no desesperes. Todo es más fácil de como te lo quieren pintar.
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