30/1/22
El programa de radio que jamás se emitió
19/1/22
Estoy en Telegram
Para todos aquellos que consideren que hay algo interesante que mandar. Para todos aquellos que por alguna u otra razón rehusen Discord. Y sobre todo para todos aquellos románticos que siguen mandado mails. Os dejo una opción más.
10/1/22
He dado negativo en COVID-19
Me pillaba de paso y he querido aprovechar la ocasión para informarte que oficialmente ya no estoy contagiado de COVID-19 e independientemente de que esta nueva realidad se alimente de las mentiras cimentadas con falsas definiciones, tergiversación de lenguaje y test que ofrecen resultados aleatorios, vengo a contarte nuevamente lo único importante que tienes que aprender de toda esta locura.
Me atrevería a decir que después del porno, el COVID-19 es el segundo campo que copa mayor porcentaje en todo Internet. Llevamos más de dos años levantándonos con unos telediarios prostituidos que inician día tras día su estrategia del miedo invocando una bulimia de cifras que a cualquiera con dos dedos de frente le resultaría ya difícil de tragar. Cada vez que quieras profundizar algo sobre este tema deberías empezar a hacerlo con la perspectiva suficiente como ver el puzzle desde lejos y entender el sentido de cada pieza. Para ello voy a ayudarte con un pequeño vídeo antes de que sigas leyendo.
La discusión sobre la existencia o no de un virus que no ha sido aislado no lleva a ningún sitio. A efectos prácticos las razones por las cuales pasar un mal rato son indiferentes cuando realmente lo que queremos es no pasar ese mal rato. Si te has dedicado el suficiente tiempo como para llegar a conocer tu cuerpo sabrás si has cogido COVID-19 sin la necesidad de participar voluntariamente en el circo de los antígenos. El asintomático no existe. Nunca ha existido. Es como toda la vida hemos estado llamando a una persona sana. Piensa al menos que si compras ese discurso no podrás negar que la totalidad de la población sea actualmente asintomática de una nueva enfermedad hasta ahora desconocida.
Si tienes síntomas de una gripe tendrás gripe. Si te conoces lo suficiente como para saber que esos síntomas sobrepasan lo que hasta ahora tú venías conociendo como gripe, lo más probable es que hayas cogido lo que todos llaman COVID-19. Pero no te asustes. No es más que un paso más en el cuadro sintomático, bastante desagradable sí, pero nada que deba preocuparte más que una neumonía común, una salmonella o el concepto global y difuso que todos entendemos cuando escuchamos que alguien ha sufrido un accidente de tráfico.
En mi caso he sufrido el COVID-19 como una enfermedad intestinal bastante molesta con unas apariciones sintomáticas similares individualmente a lo que todos entendemos por una gripe común, pero sincronizadas bajo un patrón errático y sorpresivo. Lo que quiero decir con esto es que de cien veces que viviese en mi cuerpo este comportamiento y otras cien veces sufriese lo que hasta ahora he vivido como gripes comunes, sabría diferenciar en la totalidad de las ocasiones los diferentes cuadros, no dudando jamás sobre si mi cuerpo está sufriendo lo de siempre o algo que jamás ha vivido, muy a pesar de que las diferencias entre ellas aun no siendo globalmente significativas, sí lo sean a otros niveles de análisis.
De aquí que le dé suma importancia a la capacidad personal que tenga cada uno para conocerse, pues de lo contrario en un país donde la gente es incapaz de distinguir el secreto ibérico de la presa, poco vamos a avanzar si no somos capaces de distinguir una gripe común de otro virus, más o menos parecidos, independientemente de como quiera llamarlo cada uno.
Sin duda alguna las diferencias entre una gripe común y el COVID-19 son tales que en mi caso no dudaría en firmar volver a pasar una gripe común todas las veces que me tocase pasar el COVID-19. Lo importante es que aun así, habiendo pasado un cuadro sintomático completo de COVID-19, desde la experiencia os puedo seguir diciendo que absolutamente nada justifica la locura en la que estamos sumidos. Algunos de mis queridos lectores me habéis preguntado si ahora a sabiendas me hubiese vacunado, a lo que os vuelvo a decir abiertamente que no, más aun habiendo podido demostrar empíricamente que los mismos síntomas que he venido sufriendo los han pasado conocidos con la pauta actual de vacunación completa.
Sé que la mayor debilidad que tiene el ser humano, más aun que un sistema inmunodeprimido, es una memoria laxa y fácilmente manipulable. La base de esta pandemia no es científica, sino psicológica, a pesar de que solo tres locos le hayamos dedicado tiempo a reflexionar sobre ello.
29/12/21
He dado positivo en COVID-19
Tenía la idea de despedir el año de otra manera, pero la novedad de los acontecimientos han revertido las prioridades. Se podría decir de manera oficial que tengo COVID-19 puesto que he dado positivo en un test de antígenos. Aunque más allá del titular vengo a contarte lo único importante de todo esto.
6/11/21
Netflix, Marta del Castillo y las preguntas sin responder
De igual manera que ocurrió con el Caso Alcàsser, esperaba con muchas ganas la docuserie sobre Marta del Castillo. Como alguien más que le dedicó y de vez en cuando le sigue dedicando bastantes horas a profundizar sobre este caso y tras el doble visionado de los tres capítulos, debo decir que el producto final ha sido más que notable. No obstante, de igual manera que en situaciones similares anteriores parece que existe un interés oculto por no construir la totalidad del relato y sobre todo por no explotar las grandes contradicciones que a día de hoy siguen sin respuesta alguna.
3/11/21
En recuerdo de Marta del Castillo
Esta misma semana Netflix estrenará la docuserie titulada ¿Dónde está Marta?. No me cabe ninguna duda que tras la emisión de la misma el recuerdo de aquel enero de 2009 volverá a resurgir muy posiblemente a nivel mediático con más fuerza que nunca debido a la notoriedad de la plataforma y el refuerzo de las redes sociales. Es por ello, por lo que antes de la emisión del mismo, me gustaría dejar aquel post dedicado al caso donde recogí minuciosamente todo aquello que se llegó a publicar, ordenándolo en tiempo y forma y aportando mi pequeño grano de arena.
23/9/21
Conócete a ti mismo
El otro día en una de esas reuniones que tiene uno donde socializa escuché algo que me llamó demasiado la atención. Tanto fue así que no pude dejarlo pasar y acabé haciendo uno de esos ejercicios de abstracción en los que ya participaron algunos de mis lectores en otra época. Pero para llegar a entender la importancia de la cuestión tengo que comenzar por aquella historia. Seré breve.
Resulta que un amigo de mi familia fue al médico acompañado por un colega. Este amigo responde al perfil de un hombre de más de setenta años, de muy buena vida, acomodado, con afecciones importantes de salud, pero negado a la hora de reprimirse de sus dos pasatiempos sociales más importantes; alcohol y tabaco. Para que os hagáis una idea, su nivel de tolerancia para con el alcohol es tal que resultaría muy complicado verlo borracho. Sin embargo, no sufre de ninguna dependencia. Es alguien completamente normal, muy vivo y con los achaques pertinentes a su edad. Para nada se le podría catalogar de borracho, pero eso sí, es alguien que no se priva en ninguna reunión o evento social, que por otra parte es algo que ocurre semanalmente en su vida. Si come acompañado lo hará con alcohol. Empezará con cervezas, se pasará a los vinos y si la reunión dispone de una agradable sobremesa la terminará tanto con chupitos como con whisky. Y no precisamente con uno de cada.
7/9/21
El universo, el infinito y el Pac-Man
Era un crío. No sé qué año sería ni ganas de comprobarlo. Lo que sí sé es que nos llevaron de excusión del colegio a uno de esos cines IMAX donde las sillas se mueven y la gente de pueblo fácilmente impresionable se pone a gritar como si estuviesen en una feria. Años atrás ya había estado y os aseguro que no por la edad, sino por la calidad de la película, aquello en su momento pareció una nave espacial esquivando laderas y picos. Me esperaba algo similar, no posiblemente tan bueno, pero si algo que me hiciese recordar que realmente ya estuve ahí y que me lo pase genial.
21/8/21
A mí no me gusta viajar
Same Energy pic.twitter.com/agDaKrARxO
— ᴀ ʟ ғ ッ (@alfestone) September 1, 2019
*niño muere en la fábrica de chocolate*
— adrilik (@adrilik) September 1, 2019
oompa loompas: pic.twitter.com/aSJIqIEcek
Se nos está quedando una sociedad preciosa.
16/8/21
Se busca demonólogo
10/8/21
Microconspiraciones o cómo cimentar la pirámide
Sé que he perdido cierta regularidad a la hora de escribir sobre escabrosos temas que siempre levantan en demasía el interés de mis queridos lectores. Así que hoy toca sincerarme. Realmente, esta expresión es una gilipollez. Yo siempre he escrito desde la sinceridad, pero también es cierto que cuando inicias unas líneas de esta manera la gente tiende a focalizar su atención como si fueses a contar algún secreto morboso. Lo que quiero decir es que hoy voy a abrirme más de lo habitual para contaros las razones que me han llevado a este punto.
8/8/21
Cáncer de alma
Desde siempre me he preguntado porqué los blogs sobre conspiraciones están diseñados con tan poco cariño. Todos parecen un edificio en ruinas, un polígono sin encanto alguno. Detalles estos que más allá del contenido de quien habla realmente es de su autor. A fin de cuentas, independientemente de que te guste o te deje de gustar, la práctica totalidad de todos son un auténtico desorden. No hay forma humana de llevar una lógica continuada de lo que alguien haya ido publicando ahí. Al final es como intentar seguirle la conversación a un loco. Y aunque el loco vaya gritando verdades como puños, su cara de loco, su ropa de loco y su olor a loco, hará que nadie quiera prestar atención a lo que dice.
Esto siempre me recordó a aquellos testimonios de avistamientos alienígenas en la radio donde llamaba un parroquiano cualquiera para hacerse creer y lo primero que soltaba era aquello de enhorabuena por el programa. No sé a vosotros, pero si a mí me hubiese chupado una luz de los cielos y dos bichos desconocidos me hicieran una PCR anal lo último que haría sería iniciar mi aventura dándole la enhorabuena a alguien en antena. Si te pones a pensarlo habría que ver quién fue el primero que llamó a la radio y dio la enhorabuena por un programa. Nunca hubiese imaginado la legión de imbéciles que creó.
Internet es así, es justamente como la vida, un nido de gilipollas pegándole golpes a un teclado escondidos detrás de un monitor con el mentón bastante más alto que sus cuentas corrientes. Antes era una inagotable fuente de entretenimiento y ahora es ego, envidia y monetización. Aunque hoy no vengo a hablarte de esto. Vengo a hablarte de otra cosa.
Estoy seguro de que no le has dedicado ni un minuto a esto que voy a contarte. Lo estoy entre otras cosas porque muy bien no hay que estar de la cabeza para ponerte a pensar en ello. El caso es que he sacado una relación directa entre un patrón de comportamiento y un tipo de personalidad a largo plazo. Es como una nueva regla matemática que deberías aplicar desde ya en tu día a día para comprender mejor el mundo en el que vives.
Verás, España es un país donde el deporte mayoritario, el deporte rey, siempre ha sido y siempre será el fútbol. Puede que me estés leyendo con tus dieciséis años y tengas la sensación de que el Decathlon siempre estuvo con nosotros, pero hubo un tiempo en el que en España solamente existía ropa común para jugar al fútbol. Es decir, todo tipo de chándal o calzona estaba diseñada para ser compatible con sacar al perro, limpiar el coche, bajar la basura y jugar al fútbol. Daba igual donde la comprases. Ahora podéis jugar al balonmano sin parecer maricones y no porque sea un deporte pensado para hombres, sino porque el umbral de lo afeminado a traspasado tales límites que dentro de pocos años hacer gimnasia rítmica será cosa de la nueva masculinidad. Así que queridas lectoras heteronormativas, os doy un consejo; un hombre de bien siempre será arrítmico. Si prefieres juntarte con alguien que baile bachata luego no me vengas con lloros.
El caso, que al final me desvío, es que existe una relación más que directa entre todo aquel ser humano que practicó otro deporte porque era malo en el fútbol. Yo a estos seres los llamo los "rebotados del fútbol", de igual manera que los que van de literatos son en el fondo "rebotados de las matemáticas", gente que abrazó la rima asonante y el hipérbaton con mucha fuerza para no hundirse en su propia estupidez cuando no fueron capaces de entender las primeras ecuaciones.
El flipado del baloncesto, que lo es porque se cansó de ser el último elegido para formar equipos de fútbol en el patio del recreo, es el mismo que dice aquello de que odia las matemáticas, no que no las entienda y a su vez te suelta alguna gilipollez pseudosensible sobre el primer gilipollas que se le venga a la mente, como Pablo Neruda. Los rebotados, más allá incluso que los gordos acomplejados, son los seres más peligrosos de este planeta. Y os cuento porqué.
Veréis, lo más peligroso que hay en esta vida, además de un tonto con título, es una persona llena de complejos. El complejo tiene cuatro elementos de importancia a los que tiende a ir unido, como si una cadena helicoidal de ADN se tratase. El complejo se arrastra, se proyecta, te consume y sobre todo, genera envidia. Citosina, guanina, adenina y timina. A esto es lo que yo llamo cáncer de alma. El peor de todos, sin duda, porque nunca te termina de llevar al otro barrio, pero a su vez tampoco te deja vivir.
Así que mi consejo del día es este; manteneos prevenidos siempre que conozcáis a alguien que de primeras os hable mal del fútbol o de las matemáticas, de segundas se crea un negro de la NBA, os diga que el auténtico señorío está en el rugby, o no se sienta ridículo con un gorrito de waterpolista, y de terceras gaste más tiempo en contarle a la gente lo que lee que en entender realmente lo que está leyendo. Aunque no toda la totalidad de A sea B, si sois observadores comprenderéis que todo B siempre es A.
16/7/21
El Estado de Excepción del que ya te hablé hace más de un año
Fragmento recogido del post LA ÚNICA VERDAD DEL CORONAVIRUS QUE NO VAS A CONOCER publicado el 02/05/2020.
ESTADO DE EXCEPCIÓN
Lo normal durante estas semanas ha sido abrir un debate de poca relevancia jurídica donde existían dos posiciones, una primera que reconocía la situación actual como un estado de alarma y otra enfrentada que entendía que el escenario sobrepasaba a un estado de excepción. Realmente todas las voces relevantes eran inocuas porque ninguna aportada razón alguna. La diferencia entre un estado y otro es que en la excepción se pueden suspender derechos fundamentales que un estado de alarma no permitiría, además podrían limitar también otros distintos.
La primera diferencia puede parecer residual pero no lo es. Una cosa es limitar y otra bien distinta es suspender. Mi postura con respecto a la libertad ambulatoria es que ha sido limitada y no suspendida. No obstante conozco la opinión de otras personas, para mí reconocidos expertos, que piensan diferente y señalaban ya la suspensión de este derecho desde el primer día del confinamiento. Aun así, ambas posturas aceptan un interesante debate, posiblemente demasiado técnico y aburrido para algunos, pero muy enriquecedor para otros tantos. Digamos que este intercambio de opiniones abrió un interrogante que solamente podría ser contestado con el tiempo, cuando nuevamente el Gobierno o alguna autoridad que use como engranaje de poder, terminase tropezando en el siguiente paso. Lo divertido es que ya ha pasado.
La ley tiene una lectura bidireccional, en un sentido muy básico podría explicarse diciendo que si está prohibido matar, estaría permitido vivir, independientemente de las excepciones. Esto no deja de ser un ejemplo de perogrullo pero muy válido. El artículo 7 del Real Decreto recoge la Limitación de la Libertad de Circulación de las Personas:
"1. Durante la vigencia del estado de alarma las personas únicamente podrán circular por las vías de uso público para la realización de las siguientes actividades:
a) Adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad.
b) Asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios.
c) Desplazamiento al lugar de trabajo para efectuar su prestación laboral, profesional o empresarial.
d) Retorno al lugar de residencia habitual.
e) Asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables.
f) Desplazamiento a entidades financieras y de seguros.
g) Por causa de fuerza mayor o situación de necesidad.
h) Cualquier otra actividad de análoga naturaleza que habrá de hacerse individualmente, salvo que se acompañe a personas con discapacidad o por otra causa justificada.
2. Igualmente, se permitirá la circulación de vehículos particulares por las vías de uso público para la realización de las actividades referidas en el apartado anterior o para el repostaje en gasolineras o estaciones de servicio.
3. En todo caso, en cualquier desplazamiento deberán respetarse las recomendaciones y obligaciones dictadas por las autoridades sanitarias.
4. El Ministro del Interior podrá acordar el cierre a la circulación de carreteras o tramos de ellas por razones de salud pública, seguridad o fluidez del tráfico o la restricción en ellas del acceso de determinados vehículos por los mismos motivos.
Cuando las medidas a las que se refieren los párrafos anteriores se adopten de oficio se informará previamente a las administraciones autonómicas que ejercen competencias de ejecución de la legislación del Estado en materia de tráfico, circulación de vehículos y seguridad vial.
Las autoridades estatales, autonómicas y locales competentes en materia de tráfico, circulación de vehículos y seguridad vial garantizarán la divulgación entre la población de las medidas que puedan afectar al tráfico rodado."
Como podréis comprobar el listado de actividades recogidas encarnan generalmente la acción de un adulto, o al menos de alguien mayor de catorce años para poder realizar ciertas actividades como salir a comprar, sin la necesidad imperiosa de ir acompañado de un mayor de edad responsable. Esto, al impedir el libre ejercicio del ocio, destroza las salidas de los menores, pero a mí parecer no suspendería el derecho solamente vendría a limitarlo, incluso aunque fuese de una manera asfixiante. El ejemplo más claro sería el de un padre soltero que tuviese que realizar algunas de las actividades permitidas debido a no poder dejar a su hijo menor al cuidado de nadie, no le quedaría otra que ir acompañado del mismo. Esta situación en una suspensión total no podría darse, ni por parte del adulto ni por parte del menor. No obstante, esta es mi opinión, que como ya os he dicho conozco otras diferentes. El problema ocurre cuando el Gobierno ofrece el siguiente comunicado.
El Estado de Alarma no puede ni limitar ni suspender el artículo 21 de nuestra Constitución Española, el mismo que recoge el derecho de reunión, de ahí que resulte complicado entender el funambulismo argumental de la siguiente situación.
Si cualquier grupo parlamentario hubiese llevado esta iniciativa a cabo hace algo más de un mes la postura jurídica del Gobierno se hubiese caído con todo el equipo por sí misma. Ahora sí que estaríamos hablando con argumentos de un Estado de Excepción. Que alguien denuncie que el Tribunal Constitucional contestará tan solo dentro de muchos años. Y lo llaman democracia.
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Ahora en todos los medios tenéis a cien mil imbéciles hablando del tema con el respaldo que ofrece el propio pronunciamiento del Tribunal Constitucional. Hablar ahora es fácil. De hecho es tan fácil que no es necesario ni tan siquiera tener ni idea de lo que estás hablando, ya que te vale con posicionarte tanto con el TC, la oposición, o con el Gobierno y no parar de repetir los mismos argumentos de unos y de otros para únicamente adoptar con ello una posición política. Lo difícil era verlo venir, construirlo en tu cabeza y publicarlo hace más de un año, cuando abría el correo todas las mañanas y recibía un sin fin de insultos de ilustrados señalándome lo perdido que estaba.
Internet es maravilloso.
13/5/21
Generalmente no suelo leer novelas
13/3/21
Sé que a primeras te parecerá una tontería lo que vengo a proponerte
No hay nada mejor para entender la realidad que la perspectiva. La perspectiva es el lazarillo de todo aquel que sabe que no está viendo las cosas bien, aunque ni tan siquiera se atreva a decirlo en voz alta por lo que pueda pasar. La perspectiva es algo de lo que no goza mucha gente por que requiere dos requisitos fundamentales que son complicados de cumplir. Y yo os lo contaré de manera muy breve.
El primero de ellos es la ubicación. La perspectiva, al menos la correcta, no existe si no sabes dónde te encuentras. Sin ella estás ciego en el espacio. Hay gente que no la tiene, de hecho hay gente que nunca la tuvo. Es algo parecido a esos psicotécnicos en los que hay que darle vueltas en tu imaginación a una figura para elegir entre la opción correcta según se configuren sus caras. Es lo mismo, con la diferencia de que a lo que tienes que darle vueltas es a la vida.
El segundo de estos requisitos es el tiempo. Darle vueltas a las cosas requiere de tiempo. No es algo a lo que puedas dedicarte solo por la única razón de querer saber a dónde te va a llevar. Darle vueltas a las cosas, ya sea a una figura llena de caras o a una realidad alterada que te quieren modificar, es algo en lo que se debe invertir tiempo. Y no precisamente poco.
Ahora, ya mejor ubicados y con el tiempo suficiente como para querer gastarlo otra vez en lo mismo, te recomiendo que le dediques diariamente una nueva lectura a cada actualización del único post que te vino a contar la historia del COVID-19 como si todos los días te hubieses podido tomar una Coca-Cola con un amigo de Internet.
LA ÚNICA VERDAD DEL CORONAVIRUS QUE NO VAS A CONOCER
Hoy, que hace precisamente un año del Estado de Alarma, te invito a que le des una vuelta a todo de nuevo.