6/11/21

Netflix, Marta del Castillo y las preguntas sin responder

De igual manera que ocurrió con el Caso Alcàsser, esperaba con muchas ganas la docuserie sobre Marta del Castillo. Como alguien más que le dedicó y de vez en cuando le sigue dedicando bastantes horas a profundizar sobre este caso y tras el doble visionado de los tres capítulos, debo decir que el producto final ha sido más que notable. No obstante, de igual manera que en situaciones similares anteriores parece que existe un interés oculto por no construir la totalidad del relato y sobre todo por no explotar las grandes contradicciones que a día de hoy siguen sin respuesta alguna.


Debemos entender que uno publica en cualquier plataforma hasta donde le dejan publicar. Es decir, salvo que el medio te pertenezca y seas tú quien asuma la totalidad de las consecuencias, todos solemos tener un jefe. De igual forma, aun siendo nosotros nuestro propio jefe, lo normal es que tengamos una financiación por fuentes externas. De ahí que siempre exculpe a un buen producto a pesar de que no haber profundizado en todo aquello que jamás nadie profundizó. Siempre tienes que saber medir la fuerza de quién te puede parar los pies. A fin de cuentas todos tenemos facturas que pagar y una vida que vivir. 


La docuserie se me queda corta. Bastante corta. He echado en falta la necesidad imperiosa de más capítulos. Un caso de este calibre necesita mostrar más allá que las diferentes versiones y la verdad judicial. Siempre tuve la sensación de que hablarían del infiltrado, de sus grabaciones y de cómo se ganó la confianza de la familia de El Cuco, muy a pesar de que más tarde fuese repudiado. De igual forma he echado en falta la presencia de algunos testigos, por no hablar de aquel conocido crematorio que poseía el padre de Rocío, la chica menor de edad pareja en aquellos momentos de Miguel Carcaño. 

Bajo mi punto de vista la serie se debería haber cerrado con un mínimo de dos capítulos más. Un cuarto para hablar de todas las grabaciones y testigos que no han salido y un quinto únicamente para explotar, como he dicho anteriormente, todas las contradicciones de los acusados. De ahí que estos tres capítulos bien desarrollados me hayan dejado con la necesidad de plasmar por aquí alguna que otra idea.


PREGUNTAS SIN RESPONDER



El padre de Marta del Castillo menciona la posición de influencia política de la madre de María García Mendaro, Ángela Mendaro, perteneciente al Clan de Lebrija del PSOE-A y vinculada por aquellos entonces como vocal al Foro Clara Campoamor junto con una desconocida por aquellos entonces Susana Díaz, ambos íntimos del que era en su momento Presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. 

Las conexiones entre la defensa del caso Marta y el PSOE andaluz

Si María García Mendaro hubiese sido condenada habría terminado el proceso con antecedentes judiciales, lo que muy posiblemente le habría imposibilitado aquella oposición que estaba estudiando. Así María, además de por  la condena, hubiese visto truncado su futuro habiendo quedado demostrada su participación en el caso, de lo que de igual manera, respecto a los relatos de ella y de su pareja, hubiese quedado demostrada la participación de Francisco Javier Delgado. Esta relación resulta totalmente recíproca, es decir, de la misma manera si Francisco Javier Delgado hubiese sido condenado, creo que nadie duraría que su declaración hubiese terminado siendo otra distinta, implicando muy posiblemente a María García Mendaro.

De esto se deduce que Francisco Javier Delgado y María García Mendaro, bajo la premisa principal ya comentada por Antonio del Castillo y la influencia de la madre, Ángela Mendaro, eran un pack judicial indivisible con la única diferencia procesal, que no pequeña, donde Francisco Javier Delgado pasó a prisión provisional mientras que María García Mendaro quedó en libertad, por unos hechos que mostraban ambos las mismas inexactitudes en el relato.

Si se sospecha de la presencia de María García Mendaro en el domicilio en el momento de los hechos, razón por la cual estaría ocultando la verdad, una vez detenida, ¿por qué no pasó a prisión provisional María García Mendaro si guardaba el mismo relato que su pareja Francisco Javier Delgado? ¿Qué diferencia procesal existe entre ambos para que uno tenga un trato diferenciador? ¿Acaso María García Mendaro no pudo durante su puesta en libertad modificar pruebas? De hecho, ¿si la versión de la navaja del Cuco finalmente carece de sentido alguno, no pudo una persona en libertad tirar la navaja en la alcantarilla para dar veracidad a la versión de Miguel Carcaño donde afirmaba que el Cuco violó a Marta del Castillo? ¿No le da todo esto credibilidad a la narrativa de la influencia política de la madre? ¿Acaso se encuentran otras razones judiciales distintas con las que sorprendentemente se encuentra a favor incluso el abogado de la familia de Marta del Castillo? ¿No hubo presiones políticas para salvar a un familiar? ¿No se benefició Francisco Javier Delgado de ese "si caigo yo, caemos todos"?


La principal coartada de Francisco Javier Delgado se construye en un cómputo de horas entre las cuales pasa tiempo en el domicilio de su exmujer Rosa y el Bar Mínimo. ¿Por qué no se comprobó esta versión con los principales protagonistas? ¿Por qué no llamaron a declarar a Rosa y al camarero del bar? Si por las intervenciones telefónicas es bien sabido que la relación entre Rosa y Francisco Javier Delgado era relativamente buena, ¿por qué no se profundizó en Rosa más cuando ella le hizo saber a Francisco Javier Delgado que su principal problema era situar a María García Mendaro a la 01:30 en el domicilio de León XIII?

Si Antonio del Castillo visitó el domicilio de León XIII tocando la persiana con la fuerza suficiente como para alertar a un vecino y preguntarle por la vivienda de Miguel Carcaño y acto seguido golpear la persiana correcta a pesar de afirmar que no había luz alguna dentro de la vivienda, ¿por qué se le da veracidad a que dentro estuviese María García Mendaro estudiando, cuando nadie contestó y ésta afirma que estudiaba con la luz encendida?


Si el local DSEDA que regentaba Francisco Javier Delgado tiene un importante desfase horario en la cotidianeidad de su apertura y cierre para el día siguiente de la desaparición de Marta del Castillo abriéndose a las 22:52:30 horas y cerrándose a la 01:37:45 horas, ¿no pudo haberse utilizado dicho local para ocultar pruebas o esconder el propio cadáver durante las primeras horas a la espera de realizar un nuevo movimiento?


¿A nadie le ha llamado la atención la actitud de la Fiscalía? ¿A todo el mundo le parece normal que el fiscal corte la declaración de Samuel Benítez cuando quiere indicar algo tras ser preguntado por el paradero del cuerpo de Marta del Castillo? Desconociendo si es debido al metraje al que se debe el documental sin poder alargarse en más imágenes y sin saber si existen otros momentos en el que se formulen otro tipo de preguntas más indagatorias, ¿no resulta absurdo que tanto Fiscalía como acusación se limiten básicamente a preguntar sobre el paradero del cuerpo cuando ni tan siquiera han podido asentar en qué momento vio cada uno por última vez a Marta del Castillo y en qué estado se encontraba?


¿Nadie le ha dado un ápice de importancia a que el domicilio donde vivía Miguel Carcaño y donde dormía con su pareja Rocío era un lugar de suma libertad con las ventanas abiertas donde Miguel entraba y salía a horas intempestivas sin que tan siquiera Rocío se enterase, lugar desde el cuál se podía acceder a una incineradora? Se sabe que la policía descartó dicha posibilidad y de igual manera la participación de la familia de Camas, pero también se sabe como se observa en el propio documental que no comprobaron la coartada de Francisco Javier Delgado.


¿Por qué en todo el documental no aparecen las escuchas telefónicas de las llamadas realizadas desde el teléfono del Cuco, el único menor edad? ¿La Fiscalía de Menores llegó a pedir la intervención de dicho teléfono? En caso negativo, ¿por qué no lo hizo en una investigación que pretendía esclarecer un asesinato de la misma manera que lo hizo con los mayores de edad? ¿No mantiene pues un asesinato el peso procesal suficiente como para ordenar la intervención telefónica a un menor de edad? Viendo en el documental que el Cuco es el único incapaz de mantener la cautela telefónica y que incluso una vez internado en el centro de menores y en llamada a su madre es ésta la que le tiene que indicar que no debe hablar por teléfono ciertas circunstancias porque las conversaciones están intervenidas, ¿no hubiese sido de vital importancia escuchar sus comunicaciones los días posteriores a la desaparición?


Más allá de recordar aquellas palabras de Pedro Sánchez en las que muy sonriente le preguntaba él al propio periodista que de quién dependía la Fiscalía, me quiero quedar con la mejor frase de todas las que se han dicho en esta docuserie en boca de Inmaculada Torres, abogada de la familia de Marta y que más allá de querer alimentar conspiraciones, viene a explicar de la mano de una profesional la realidad procesal de la obra de teatro que supone más de una vez la búsqueda de la verdad jurídica: "Los intereses de la familia no son los intereses de la fiscalía."


Tan solo espero que este documental haya servido después de tantos años, independientemente de para iniciar nuevas investigaciones, para ayudar en la medida de lo posible a los familiares y amigos más allegados de Marta del Castillo, los mismos que la recuerdan y sufren su pérdida diariamente sin la necesidad de que ningún documental, película, serie o incluso otra tragedia de similares características, llame a recordarla en los medios de comunicación.

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