Hace cinco años empecé a escribir una serie de post que bien podrían entenderse como una serie secuencial. Corría el año 2019 y mi intención era estructurar en unos textos la radiografía del verdadero engranaje que domina nuestra civilización. Estamos en 2024 y hoy puedo decir que con este post he finalizado la pentalogía. A grandes rasgos, querido lector, ya no te hará falta nada más para saber interpretar y comprender el gran escenario de esta obra de teatro en la que todos andamos metidos. Así que ponte cómodo, aprovecha para servirte tu bebida favorita y disfruta de esta nueva íntima lectura que te brindo. Si quieres recordar las anteriores entradas que construyen esta noble colección puedes comenzar por los siguientes puntos. Si de lo contrario tienes buena memoria, puedes continuar leyendo esta entrada sin problema alguno.
1.- DONDE LA IZQUIERDA Y LA DERECHA CONVERGEN
2.- QANON, DONALD TURMP Y LA LUCHA CONTRA UNA RED DE PEDERASTAS
3.- EL DERECHO AL ABORTO Y LA NIEBLA
5.- TRANSHUMANISMO, NEOMALTHUSIANISMO, LGTBIQ Y EL MANTENIMIENTO DE LAS ÉLITES
Si alguna vez te ha dado por buscar "Transhumanismo" en Google habrás podido comprobar que la primera respuesta de todas es una entrada de la nada menos Telefónica donde te la definen como una corriente filosófica cuyo principal objetivo es potenciar y mejorar las facultades humanas, tanto las físicas como las cognitivas. Para entender el primer escalón de esta entrada debemos interiorizar, al igual que ocurre con la Agenda 2030, que nada es lo que parece y que detrás de cada definición hay un plan perfectamente tejido para llevarte a un abismo sin que te des cuenta, poco a poco, como aquella rana dentro de un cazo a la que le iban calentando el agua paulatinamente hasta matarla sin que tan siquiera se enterase. El relato oficial no es más que un precioso packaging, un papel de regalo luminoso, una llamativa caja a la que nunca te permitirán hacerle el unboxing. Lo que nadie te va a venir a contar jamás de la realidad del Transhumanismo es que es un escondrijo para aplicar la tecnología más avanzada buscando el límite más cercano a la inmortalidad que el ser humano pueda conocer.
REAFIRMANDO DESDE LA OFICIALIDAD LA REALIDAD DEL PLAN KALERGI
La esperanza de vida en el Primer Mundo supera la edad de 80 años. Según la fuente que consultes puede que sea Japón quien ostente el récord con 84,3 años. Pon lo que respecta a España, gozamos de una situación privilegiada con 83 años, lo que nos posiciona además de por encima de la media, muy cercano a los valores máximos. Según fuentes de las Naciones Unidas, se espera que para el año 2050 el mundo se acerque a los 10.000 millones de habitantes, en cuyos porcentajes relativos se verán reducidos Asia, Europa, EEUU y Canadá, pasando de un 14,10% a un 11,61%, manteniéndose regiones tales como Asia Central, Sur Asia y Oceanía. Tan solo sufriría un importante crecimiento África, pasando de un 14,51% en el año 2022 a un 21,62% para el año 2050. El restante de los porcentajes no mencionados no guarda una relación llamativa.
Es aquí donde vamos al siguiente peldaño. Robert Malthus desarrolló una teoría demográfica, sociopolítica y económica, según la cual el crecimiento de la población respondía a una progresión geométrica, mientras que el aumento de los recursos a una progresión aritmética. Por esta razón, de no construirse variables que equilibrasen esa progresión (hambrunas, guerras o enfermedades que provocasen muchas muertes) el resultado nos llevaría al colapso del sistema y a la pauperización de la especie humana, lo que podría llevar consigo la propia extinción. Esta conocida como catástrofe malthusiana vendría a resumirse de la siguiente manera: para sobrevivir como especie debemos morir.
Si el Transhumanismo busca aumentar la esperanza de vida hasta límites insospechados, el Malthusianismo te viene a contar que cuanto más aumentemos la esperanza de vida antes llegaremos al apocalípisis demográfico. Transhumanismo y Malthusianismo son por ende las dos caras de una misma moneda que siempre debería caer de canto para el bien de la especie humana. Y ya sabemos todos los difícil que le resulta a una moneda caer precisamente de canto.
Hay un ejemplo que me gusta utilizar mucho porque es muy explicativo. Cuando una empresa española gana el concurso para construir un AVE en un país árabe, concurso que por otra parte no suele darse, todos los telediarios se pegan una semana hablando del gran privilegio que supone para España el reto de llevar a cabo esa gran obra de ingeniería. Te lo cuentan dentro de la generalidad del concepto España, como si tú, espectador que estás delante de la televisión, fueras esa España, como si tú, currante que te estás tapiñeando unas salchichas con mostaza sentado en tu sofá, te fueras a llevar ni tan siquiera un euro de un contrato firmado en una embajada que beneficia únicamente a una empresa concreta y al chorreo de intermediarios a los que les han tenido que abonar los servicios prestados para conseguir cerrar el proyecto. Pues esto es exactamente igual. Cuando hablan de Transhumanismo no pienses en que tu padre nunca vaya a desarrollar ese alzheimer que le acecha porque un grupo de científicos altruistas vayan a instalarle una IA en el cerebro. No pienses en que tú te olvidarás de la ELA porque la vayan a erradicar. De hecho, ni tan siquiera pienses en que tu hijo jamás tendrá cáncer de piel, por mucha crema solar que olvide ponerse. No pienses en nada de eso, porque tú y yo nunca estuvimos en esa embajada. No nos vamos a llevar nada.
El Transhumanismo es la recepción en esa embajada sin prensa a la que han ido tres empresarios a dedo, el máximo accionista gran masón de un medio de comunicación, dos ministros de dos países distintos, un montón de diplomáticos de los que nunca llegarás a conocer ni sus nombres ni sus vidas y el Jefe del Estado. En esa medio cena medio cóctel donde hay más espías que trabajadores de catering, es donde se desarrollarán los beneficios del Transhumanismo, de la misma manera que se llevó el AVE a La Meca, sin que tú te enteraras y haciéndote creer además una semana después que desde tu casa eras uno más de aquel proyecto. A eso lo empezaron llamando Marca España. A esto le pondrán otro nombre.
Veréis, bajo estas tres premisas, bajo el Trashumanismo, el Malthusianismo y el conocimiento que todo lector de este amable rincón ya tiene sobre las élites exopolíticas, se cuece la enjundia de la próxima sociedad post Agenda 2030, un nuevo escenario donde perpetuar a sus familias como las nuevas élites del nuevo mundo. Estoy seguro que algunos os estaréis preguntando sobre la necesidad de tal plan para llevar a cabo el resultado tan natural de que el hijo del príncipe termine siendo rey tarde o temprano. Y os lo quiero explicar.
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Las élites y el acceso a las mismas siempre se han venido desarrollando por los mismo patrones: herencias, autoridad y formación. Tres variables que siempre han venido implicando la más importante de todas; riqueza.
Si hablamos de herencias: si tu madre tiene tres farmacias y tu padre es notario tendrás facilidades para mantener o incluso aumentar tu estatus. No te hará falta ser farmacéutico ni estudiar derecho. La posibilidad familiar te podrá montar un gabinete competitivo de psicología para posicionarte entre los que más clientes tengan. Las herencias bien gestionadas generan más herencias, lo que se traduce en poder y contactos.
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Si hablamos de autoridad: si tu padre es uno de los generales afines a Fidel Castro, si tu madre es secretaria general de un partido político, su tu tío es contratista para un gobierno autonómico, si te casas con un familiar de Maduro, si eres portero de puticlub y le caes bien el próximo ministro de turno porque siempre le saludas sonriente al entrar, podrás entrar o seguir manteniéndote en la élite.
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Si hablamos de formación: si eras arquitecto, médico o ingeniero en pleno siglo XIX te habrías conseguido posicionar socialmente. Si eres arquitecto, médico o ingeniero en pleno siglo XXI puedes llegar simplemente a vivir bien, pero no es algo que necesariamente te posicione a ti ni a tu herencia dentro de ninguna élite. Por lo que la formación tradicional, la accesible, la pública, murió hace siglos como variable. La única manera aquí de "elitizarte" es formarte en determinados círculos privados, donde el sello de entrada te nutrirá de los contactos suficientes como para sumar autoridad, aunque para ello ya hayas necesitado con anterioridad de tus herencias.
Así terminamos de construir finalmente este bucle de tres que se retroalimenta de ella misma y que la podríamos resumir en: riqueza, contactos, autoridad, riqueza, contactos, autoridad, riqueza, contactos... autoridad. En un mundo en el que la riqueza está más a mano (influencers, cryptomonedas, podcast, OnlyFans), la autoridad es más difusa, líquida y dispersa (Estados democráticos, UE, Tribunal de Derechos Humanos, OTAN) y la formación está al acceso de cualquiera (sacarse la ESO con cuatro suspensos, exámenes más sencillos, becas), la única manera de volver a polarizar a las nuevas generaciones para asegurarse que los hijos de las élites sigan siendo las futuras élites es destruir la sociedad de los hijos de aquel que comía salchichas con mostaza viendo las noticias del AVE a La Meca sintiéndose parte de esa Marca España.
Aquí es donde se incardina la idea del Neomalthusianismo, que a diferencia del ya comentado, pone el foco únicamente el exceso de población de clases bajas y obreras, lo que se traduciría en un problema para el mantenimiento del propio Estado y de las propias élites. Para el Neomalthusianismo el exceso de individuos de clases pobres condenan a la miseria a los territorios, por lo que al igual que su teoría predecesora deberían regularse mediante guerras, hambrunas o grandes enfermedades. La principal diferencia entre estas dos teorías es que de no llegar estas consecuencias, el Neomalthusianismo abre por primera vez la puerta a la eugenesia, definida como la modificación de la herencia genética para mejorar una especie. No sé si esto te empieza a recordar a aquello del Transhumanismo.
En referencia al siguiente escalón, el gran poder oculto del lobby LGTBIQ es precisamente el de fomentar una sexualidad infértil. Más allá de que lo hayan vendido como el último nicho potente de las políticas de izquierda, el interés que capitaliza el sostenimiento de todas las estrategias establecidas en los círculos LGTBIQ pasan por construir unas dinámicas de relaciones que jamás traigan consigo el aumento de la población, fomentando una vida erótico festiva en el que por mucho que quieran distorsionar con nuevos modelos familiares inventados, solo esconden la destrucción de una familia tradicional que hasta ahora ha sido la única capaz de poblar un planeta hasta el punto actual en el que una élite que se siente amenazada haya decidido cambiar las reglas del juego. Europa debe tener menos hijos, por obligación, porque el plan ya está trazado para que África ya no solo rellene los huecos, sino que además los sobrepase.
DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS SEXUALES, DINERO PÚBLICO Y TALLERES DE MASTURBACIÓN
Que no te engañen. El verdadero placer de la maternidad subrogada es ver como la gran mayoría de homosexuales acomodados solamente podrán desembolsar el dinero para comprar un hijo. Fomentar las transiciones sexuales en los menores de edad sólo busca destruir la mente de unos futuros padres que seguramente dejen de serlo ya que el arrepentimiento de su mutilación les impida desarrollarse sanamente como seres humanos adultos y autosuficientes. La guerra civil entre hombres y mujeres, el desequilibrio legal entre sexos, la politización de las relaciones más personales e íntimas y las dinámicas sociales están siendo alteradas con el único fin de dificultar el día a día entre hombres y mujeres. El romanticismo, la cortesía o la conquista están siendo minados de tal manera que consiguen impedir el normal desarrollo de las mismas, construyendo un nuevo escenario social donde por primera vez los hombres se sienten más cómodos entre hombres y las mujeres se sienten más seguras entre mujeres. La meta final de todas estas estrategias que te estoy contando pasan únicamente por reducir a sus máximos posibles todas las variables que entran en juego en la descendencia familiar.
LA HUMANIZACIÓN DEL PERRO, LA ANIMALIZACIÓN DEL HOMBRE
El control demográfico es el mayor secreto desarrollado por todas las agencias de inteligencia al unísono. Europa es un parque temático de perros que pasean en carritos de bebé, mientras que África vive en un constante boom de natalidad que no tiene freno. Si trasladamos 100.000 nigerianos a Europa no construimos Europa, sino que trasladaremos Nigeria a Europa. Este complicado choque de culturas no salpicará jamás a los barrios de las élites, no irán a las escuelas de las élites, no cursarán estudios superiores en las universidades privadas de las élites, no los verás en los internados de los hijos de las élites, no irán a los restaurantes, al club del golf, ni al palco del Bernabéu de las elites, no irán sentados a su lado en un Blablacar, ni se cruzarán comprando un kebab, ni saliendo del locutorio, ni aparcando en zona azul. África es la pieza del puzzle que han encontrado para terminar de confundir a Europa. Imagínate a un niño perverso escupiendo en un hormiguero sonriente. Pues eso son ellos.
El mapa de la inmigración, barrio a barrio
Alguien decidió rellenar el porcentaje relativo que perderá Europa en 2050 con una inmigración masiva africana que el único interés que tiene es el de construir su Nueva África en un Europa desidiada a la que llevan años despojándola de sus valores más tradicionales. Alguien al que no le afectará absolutamente nada. Y así mientras tus hijos tengan que lidiar con nuevos interrogantes inventados sobre la legitimidad del burka, la voluntariedad hijab, la salubridad de la fiesta del cordero, o lo importante que resulta ser no-binario para ganar Eurovisión, los hijos de las élites seguirán ahí, con el menor esfuerzo posible, a sabiendas de que desde sus grandes urbanizaciones cerradas, sus altas torres y sus parkings privados, toda esa vida no existirá para ellos.
LA ÚNICA VERDAD DEL CORONAVIRUS QUE NO VAS A CONOCER
Todo lo que aquí te he planteado sobre la pederastia, el aborto, la perpetuidad del crimen, el lobby LGTBIQ, la destrucción de la familia tradicional, la gran mentira del COVID-19 y sus vacunas, la eugenesia y hasta los retos virales de las redes sociales en los que finalmente siempre acaba alguien muriendo, son los pilares fundamentales sobre los que se posa la eterna herencia hegemónica de una élite que jamás dejará de serla. En esta nueva sociedad líquida en la que vivimos tan solo están cambiando las formas, pero el resultado es el mismo. Recuerda siempre que el primer, único y fundamental sentido de un rey es tener un reino que reinar.
No podemos seguir manteniendo un sistema que busca nuestra autodestrucción como civilización y que por más pruebas fehacientes que tengamos nos neguemos a señalarlas, no vaya a ser que el tonto de las salchichas con mostaza, el del telediario del AVE a La Meca, el que se cree parte de esa Marca España, nos llame fascistas.