17/6/23

Hemos vuelto a ganar

Hace ocho meses me estuve dando una vuelta por este gran rincón y te conté, querido amigo de Internet, que habíamos ganado. Por muchas guerras pasadas, ningún tratado de paz recogía de una manera tan clarividente la vergüenza hecha informe médico que suponía haber vencido al mayor totalitarismo sanitario al que nuestra generación se va a ver sometido. No sé si eres nuevo por estos lares, pero lo seas o no, si te apetece recodar aquella gesta te la dejo por aquí antes de contarte la siguiente.

HEMOS GANADO


El 15 de septiembre de 2022 recibí un correo de Blogger, desde donde se aloja esta humilde publicación no monetizada desde la que vengo a invitarte a las más oscuras trastiendas. El título decía lo siguiente: "Hemos añadido una advertencia para los lectores antes de acceder a tu entrada "QAnon, Donald Trump y la lucha contra una red de pederastas". La entrada concreta te la vuelvo a enlazar aquí.

QANON, DONALD TRUMP Y LA LUCHA CONTRA UNA RED DE PEDERASTAS

Para no hacer las cosas más largas de lo debido os dejo una captura de pantalla del e-mail al completo en el que me comentan que "alguien" les ha solicitado que revisen la entrada, por lo que han añadido una advertencia para los lectores antes de acceder a ella, incluyéndola como contenido sensible. Dentro de su argumentación comentan que han evaluado el contenido según su política y debe ser calificado como contenido para adultos.


Tras leer dicho e-mail lo acepto con la voluntad que posee alguien que aloja su blog en un servicio gratuito y sigo a lo mío, que no es otra que a trabajar diariamente removiendo la basura en los mayores estercoleros de todo Internet para clasificarte la mejor información que pueda darse. Y así pasan los meses y pasa el año, como quien ve llover y nada cambia. 

De todas las violaciones de normas posibles la mía escapaba como era más que evidente a la explotación y el abuso sexual infantil, a las actividades peligrosas e ilegales, al hostigamiento, acoso y amenazas, a la incitación al odio, a la suplantación de identidad y falsificación de información, al malware y contenido malicioso, al contenido engañoso, a las imágenes explícitas no consensuadas, a la información personal y confidencial, al phishing, a los productos y servicios regulados, al spam, a las organizaciones y movimientos violentos, a las imágenes no autorizadas de menores y al contenido violento o sangriento o, finalmente, a la violación de derechos de autor. De todas las posibilidades, calificaron solo y exclusivamente ese post como "contenido para adultos", sacándome del motor de búsqueda de Google y matando lentamente una publicación más que fundamentada. No obstante, algo tendrían que hacer, algo temerían, cuando muy a pesar las normas literales de Blogger sobre ello digan lo siguiente, muy a pesar de que nada de ello estuviese ocurriendo en la publicación.

"En Blogger permitimos el contenido para adultos, incluidas las imágenes o vídeos con desnudos o actividad sexual, pero debes marcar tu blog como "contenido para adultos" en tu configuración de Blogger. Además, nosotros también podemos marcar blogs con contenido para adultos aunque sus propietarios no lo hayan hecho. Todos los blogs marcados como "contenido para adultos" se colocan detrás de una página intersticial de advertencia. Si tu blog tiene una página intersticial de advertencia, no intentes eludirla ni inhabilitarla: está ahí para proteger a todos los usuarios."


Cualquier tipo de explicación escapaba a la lógica. La mente más conspirativa empezaría a pensar cosas raras. Lo curioso es que la menos conspirativa seguramente empezaría a pensar lo mismo. Las razones señalaban únicamente al silencio de una historia oscura, un relato ordenado y controvertido que fue publicado en el año 2019, cuando absolutamente ningún medio internacional hablaba de la figura de Jeffrey Epstein, es decir, cuando todo, según ellos, era mentira, precisamente porque lo decían ellos.

El caso es que se me iluminó la bombilla el otro día, tras conocer que dos importantes productoras ya habían emitido documentales sobre Epstein apoyando los testimonios que le acusaban como agresor sexual y lo relacionaban con toda una élite política, eso sí, una vez "suicidado" en prisión. Así que tras observar que ahora la misma verdad de siempre que en 2019 era mentira se volvía nuevamente verdad, le reclamé a Blogger el aviso del post en cuestión, recibiendo a los pocos minutos la siguiente contestación:

Y así fue como la conspiración se volvió realidad, por arte de magia, así fue como el tiempo puso a cada uno en su lugar. Al parecer para que la verdad sea cierta hay que esperar a que la señalen unos pocos en el momento que más les convenga. Solo había que esperar. Solo había que matar a Epstein para limpiar la imagen de todos aquellos que hicieron lo mismo que él. Ya no hay conspiración. Ahora todo es cierto. Ya lo ha dicho Netflix. Ya lo ha dicho Blogger. Ya lo ha dicho Google. Ya lo puede aceptar al mundo. Aunque, justamente ahora, ya no le importe a nadie.

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