1/3/18

Te voy a explicar la absolución de Ramón Vera, alias Cassandra @Kira_95

Todos recordaréis la historia de este afamado tuitero. Ramón Vera fue condenado por la Audiencia Nacional por un de humillación a las víctimas del terrorismo. Montó el circo sobre la libertad de expresión y como bien quedó recogida en dicha sentencia solamente supo hacer alusiones sin sentido a la mal llamada Ley Mordaza. Hoy, uno de marzo de 2018, el Tribunal Supremo estima el recurso de casación anulando la sentencia. A Ramón Vera se le concede la absolución.

Esto viene a indicar que por los hechos encausados no se le considera autor de dicha tipología delictiva, ya que para la denuncia primigenia se presentaron la lista de estos siguientes tweets:


Como podéis comprobar las acusaciones presentadas en todos y cada uno de ellos hacen referencia directa a Carrero Blanco y es por lo que el propio Tribunal Supremo justifica y motiva su decisión de una manera que, bajo mi humilde visión particular, considero más que acertad. Esta opinión personal decido añadirla para todos aquellos que podáis pensar que tengo una visión sesgada ideológicamente.

El Supremo argumenta para su absolución, entre otras cosas, la edad de Ramón Vera en el momento de dichas publicaciones, la inexistencia de comentarios ácidos, lacerante o ultrajantes, que simplemente se basan en chistes fáciles, repetidos y acogidos por nuestra sociedad, y que tras 44 años del hecho en sí, se consideran objeto de burla o mofa, una reacción muy propia de nuestro entorno social, criticando u hostigando sarcásticamente a cualquier personaje público.

Seguramente muchos coincidiremos en que de remontarnos a nuestros años de dictadura para sentenciar chistes sobre mandatarios no democráticos, los primeros que tendrían que haber sido juzgados serían Tip y Coll. Esto viene a eliminar por completo los chistes hacía la figura de Carrero Blanco como potenciales actividades delictivas. Noticia posiblemente muy positiva para muchos y muy negativa para los mismos, ya que poco argumento mantendrán con aquello de que España siga siendo a día hoy una dictadura que coarte las libertad de expresión.

No obstante, la absolución judicial de Ramón Vera ha sido gracias a una falta de contenido en las diligencias iniciales, puesto que de haber completado la información presentada con mayor rigor y trabajo, muy posiblemente el Tribunal Supremo no hubiese podido encontrar figura judicial posible como para argumentar lo mismo que ha motivado con un exquisito rigor. 

Ramón Vera no tiene ni la más mínima idea de la suerte que ha tenido. Tan sólo una imagen como la siguiente encartada en las diligencias iniciales le hubiese cambiado toda la historia.


Como siempre, para todos aquellos que quieran conocer la verdad, aquí les dejo la sentencia completa.

Te has librado Ramón, por una cuestión técnica y argumental. No hace falta que eches más la lotería que ya te ha tocado.
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