25/6/22

Llevo mucho tiempo sin publicar porque no hay nada que publicar

Muchos me preguntáis que porqué no publico nada en el blog. Realmente no me lo preguntáis muchos. El concepto de muchos es demasiado relativo. Algunos, se podría decir, me venís preguntando por ello y la verdad, no publico nada en el blog porque no hay nada interesante que publicar.

El mundo lleva meses en un absurdo letargo del que es complicado salir y eso nos afecta a todos en mayor o menor medida. No hay nada interesante que tenga que venir a contarte y creo que si te has pegado años leyéndome sabrás diferenciar con cirujana precisión las mentiras de nuestro día a día. Antes de que acabe el año lo único interesante va a ser el mundial de fútbol de Catar. Todo lo demás será mentira. Las nuevas crisis serán mentira. La inflación es otro gran timo para hacernos más pobres. Y los veinte céntimos de descuentos del combustible son las migajas de haberlo subido con anterioridad sesenta. Creo que ya deberías tener la madurez suficiente como para ser capaz de adelantarte a los nuevos escenarios que nos están creando. Sé, porque me lo han contado, que fuiste lo suficientemente inteligente como para reírte de la viruela del mono nada más verla venir. Así que, querido amigo de Internet, no estaré haciendo las cosas tan mal.

Vengo sencillamente a dos cosas. Una es a invitarte a un lugar mágico donde conocerte a ti mismo, un lugar donde al igual que Astérix y Obélix tendrás que pasar alguna que otra prueba para ver si eres alguien de valor. Y la otra es para recordarte que durante todo el siguiente verano seguiré teniendo abierto durante cierto tiempo mi consultorio, como si fuese Elena Francis pero sin pasar por la censura. Hoy más que nunca estamos necesitados de relaciones sanas y a distancia. He aquí tu conseguidor. He aquí 14.21.

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