10/8/21

Microconspiraciones o cómo cimentar la pirámide

Sé que he perdido cierta regularidad a la hora de escribir sobre escabrosos temas que siempre levantan en demasía el interés de mis queridos lectores. Así que hoy toca sincerarme. Realmente, esta expresión es una gilipollez. Yo siempre he escrito desde la sinceridad, pero también es cierto que cuando inicias unas líneas de esta manera la gente tiende a focalizar su atención como si fueses a contar algún secreto morboso. Lo que quiero decir es que hoy voy a abrirme más de lo habitual para contaros las razones que me han llevado a este punto.

Llevo un tiempo dándole vueltas y esto que voy a decir muy posiblemente no sea más que tirarme piedras a mi propio tejado, así que os voy a adelantar un spoiler desolador. Puede que sea el calor de estos tortuosos meses o el resultado de sentarme delante del teclado sin saber a qué puerto llegar, pero tengo la sensación de que, al menos dentro del mundo de la conspiración, nada de lo que vaya a publicar va a ser mejor que lo que ya haya publicado. Para nada esto tendría que ver con que el blog fuese a peor, ya que con el mero hecho de seguir manteniendo el nivel se podría seguir hablando de uno de los mejores rincones de Internet. Además siempre que os dedico algo de tiempo lo hago desde el convencimiento más absoluto de que ese nivel se mantiene, de lo contrarío ya estaría pastando por Twitter haciendo el ganso.

Con esto lo que quiero decir es que esta nueva deriva covidiana lo ha terminado por fusilar todo, como cuando alguien que se hace llamar periodista te copia un post completo para su gaceta y le cambia solo el último párrafo. Justo así, pero en un continúo día a día. Como un eterno eclipse que te impide ver la realidad del sol de la forma en la que fue concebido. Por esto precisamente y no por mis circunstancias personales creo que nada de lo que venga, tanto en la vida como aquí, mejorará. Solo nos queda el consuelo de saber mantenernos a flote.

Me aterran los próximos años. Lo digo totalmente en serio. No es un temor infantil de esos que no te dejan dormir por la noche. Es más la sensación de estar ya viviendo un escenario postapocalíptico, como si MadMax o Waterworld fuesen ya el pasado. Solo unos pocos somos capaces de reconocer los cambios sociales en el momento en el que se producen. La gran mayoría tiene que esperar a que venga otro a contárselo. En la vida siempre hubo pastores y ovejas. Yo me veo más como un pastor sin rebaño. Un ser de otro siglo. Alguien que sería feliz viviendo en el XIX siempre y cuando tuviese Internet en su casa.

Hace un tiempo que revertí mi cosmovisión pasando de lo macro o a lo micro. Es como si me hubiese olvidado de las grandes conspiraciones de nuestro mundo y pasase a un análisis más de diario, eso sí, continuando siempre el mismo patrón exhaustivo de trabajo. De vez en cuando alguien me escribe un mail y me dice: "Oye 14.21, tienes el blog muy parado. Estaría genial leer lo que piensas sobre (insertar tema conspiranoico)". Y realmente a veces mala idea no es, pero claro, con la eugenesia que nos ha tocado vivir, a quién le va a importar ahora un par de papeluchos olvidados en el fondo de un cajón. El orden establecido no se va a revertir desde Internet, al menos desde la Internet que nosotros conocemos. Debemos ser conscientes de que no vamos a conocer un mundo mejor ni más honrado, pero porque realmente nunca lo fue. Es decir, el ser humano es corrupto en la medida que sus posibilidades se lo permiten. La única diferente es que antes puede que te afectase en menor medida. Aun así, para todos aquellos que de vez en cuando mandan mails, la única buena razón por la que merece la pena callarse la boca es para que un puñado de hombres buenos consigan hacer justicia. Y a veces eso he hecho. Morderme la lengua.

Lo bueno de lo micro es que solamente afecta a nuestra inteligencia y a nuestra capacidad de observar el mundo. Las microconspiraciones no te va llevar jamás a pensar que tu familia es imbécil, entre otras cosas porque es muy probable que tu familia jamás se haya planteado nada sobre ello. De hecho lo micro, comentado en voz alta, lo que te puede llevar es a encasillarte como el tonto de tu familia. Algo que por otra parte, depende de la familia que tengas, no estaría ni mal mirado.

Las microconspiraciones existen, aunque te cueste creerlo, aunque jamás te hayas planteado porqué resulta prácticamente imposible comprar un frigorífico con huevera integrada de doce huecos, a pesar de que socialmente se compren los huevos por docenas. De igual manera que tres antibióticos al día durante cinco días hacen un total de quince, pero la caja pequeña de Augmentine es de doce comprimidos. Hay personas que esto no se lo ha planteado jamás. Hay gente que lleva toda la vida comprando docenas de huevos a sabiendas de que nunca podrá colocar todos en su huevera, pero les da igual. Prefieren tener dos huevos sueltos en el cajetín de los sobres de kétchup del McDonald's, con un sobrante de mantequilla Reny Picot y ya para los más tristes, al lado también de un supositorio. Como ya os dije antes, son el rebaño.

Las microconspiraciones te podrán parecer una soberana tontería pero son la base sobre la que se fundamentan las siguientes. No dejan de ser los cimientos de otras cada vez mayores, pero no necesariamente más importantes, aunque sí generalmente más dañinas y complicadas de entender. Con esto te quiero decir que te va a resultar imposible hacerle entender a alguien la importancia que tiene la numerología si antes ni siquiera se había planteado jamás porqué el hueco de los cajones de la estantería más vendida del mundo, la Kallax de IKEA, es precisamente de 33 centímetros.

Sin ir más lejos IKEA combina a la perfección toda una estructura de estándares únicos para hacerte dependiente de ellos, de la misma manera que no te permite combinar modelos de distintas familias para ahorrar dinero, salvo las que ellos mismos te ofrezcan. Os pongo un ejemplo sencillo que cualquiera con dos dedos de frente comprenderá que no es azar.

No sé si conocéis los IKEA Hacks. Si no sabéis lo que es yo os los cuento rápido. Los IKEA Hacks son modificaciones que suben usuarios a Internet sobre productos de IKEA. Haciendo distintas combinaciones o innovando sobre las instrucciones de montaje consiguen adaptar a sus necesidades modelos de sus muebles. Los IKEA Hacks son tan influyentes que se publican en Internet anualmente dentro de un ránking. Os dejo unos ejemplos muy básicos.


Si entráis en la web de IKEA podréis comprobar que la estantería Kallax tiene una muy similar llamada Flysta. La única diferencia son las dimensiones y el precio, pero curiosamente solo existe un único modelo de Flysta. Si tu intención es hacerte un IKEA Hacks sobre un tablero y unas patas básicas, justo como la foto de arriba, deberás saber que la altura del escritorio se te quedará a 77 centímetros, por lo que si quieres de comprar patas, éstas deberán ser regulables, mucho más caras en comparación con las básicas, para subir el tablero 7 centímetros, ya que a la pata básica le corresponde una altura de 70 centímetros. Sin embargo si quisieras integrar un tablero a un Flysta usando como soporte la pata básica, la de 70 centímetros, el mueble Flysta te quedará justamente a 68,5 centímetros, por lo que tendrás que seguir comprando más patas.



Esto que veis aquí es un estándar de medidas pormenorizadas y estructuradas para que el cliente no pueda combinar diferentes familias de muebles por defecto, salvo que opte por opciones regulables, lo que multiplicaría cada soporte individual por seis en precio, construyendo con ello una base veinticuatro veces más cara que la habitual.

Nuestro día a día está repleto de todo este orden de cosas que a la gran mayoría de la población les pasa totalmente desapercibido porque asumieron todos y cada uno de los estándares oficiosos no reconocidos. Y así, queridos lectores, desde la nula capacidad de observación, es como se termina vendiendo un paquete de patatas con más aire en su interior que patatas, por culpa de personas que jamás se plantearon ningún interrogante. Por culpa del puto rebaño de siempre. Ejemplos como este, cientos. Si todavía sigues pensando que esto es una casualidad espero que no vuelvas a entrar en este rincón.

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