Muchos pensarán que Begoña Gómez, mujer de Pedro Sánchez, ya ha sido colocada por su marido de una forma más que descarada con un sueldazo al mes en el Instituto de Empresa como Directora del Centro para África. La realidad es bien distinta. El propio Pedro Sánchez no es nadie para colocar allí a su mujer, más cuando este cajón de sastre europeo se encuentra subvencionado por tantísimos mecenas que tirar de una de esas cuerdas es desconocer como en una tómbola de feria el premio que te podría tocar. Resulta más familiar venderlo como una práctica más que habitual dentro de nuestro enchufismo español, que como el pago bien traído por ser la marioneta de George Soros.
Veréis, Pedro Sánchez lleva colaborando nueve años con el NDI (National Democratic Institute) según reza en su propio currículum público. Se definen como una organización sin ánimo de lucro, ni partidista ni gubernamental que ha apoyado instituciones y prácticas democráticas en todas las regiones del mundo durante más de tres décadas. Como es más que evidente esta organización no se sostiene sola. Bajo la principal dirección de Madeleine K. Albright, una ancianita que podría parecer entrañable, el NDI tiene que buscar fondos económicos para sembrar su ideario en cualquier país que se esté quebrando. Si no conocéis a esta señora os centraré un poco el tema con el siguiente vídeo, capaz de justificar la muerte de 500.000 niños, algo que solamente la izquierda más demócrata puede permitirse sin que nadie se eche las manos a la cabeza.
La señora Albright lleva toda su vida siendo secretaría para cualquier cosa, sobre todo para relaciones exteriores. Es un argumentario andante de consignas dependientes de quien le abone mensualmente sus necesidades. Secretaria de Estado de la Administración Clinton, se ha pegado las últimas décadas hablando sobre el resurgimiento del fascismo en países que a día de hoy son bastante más democráticos que los que ella misma apoya. La vocera de unas élites financieras tan acomplejadas de ellos mismos que no tienen otra estrategia que destruir a Occidente.
Ahora hablemos de la siguiente conexión. Doy por hecho que la gran mayoría conoce la empresa Herbalife, su estafa piramiradl e incluso sus técnicas de formación para empleados y clientes tan similares a los de una secta. Muy curioso además que una de sus principales fuentes económicas venga tras saber mercantilizar la inmigración latina, algo que salió a la luz gracias al documental Betting on Zero.
Sin embargo, ante este aluvión de críticas bien fundamentadas, Madeleine K. Albright nos ilustró con esta aparición en los medios sobre Herbalife que no tiene desperdicio. Como ella mismo dijo: "Herbalife debe funcionar sea cual sea la situación del comercio."
Este capote bien traído no era a la empresa en sí, sino a las inversiones de George Soros, quien decidió ampliar capital en Herbalife con una importantísima suma de dinero.
En el año 2015 saltó la noticia de que Pedro Sánchez en uno de sus viajes a los Estados Unidos, durante el trayecto para una conferencia, se perdió y no pudo llegar a tiempo. La información en los medios españoles no trascendió más allá del cachondeo del GPS y de cuatro comentarios absurdos que lo único que hacían era esconder las intenciones reales de aquel viaje.
Y algunos os preguntaréis a estas alturas, ¿qué gana Madeleine K. Albright apoyando las estrategias comerciales de George Soros? Para ello tendríamos que prestar atención a los partners del NDI. Uno de los principales apoyos del National Democratic Institute es el que recibe por parte de la Open Society Foundations, cuyo fundador, para quien no tenga conocimiento de ello, es el propio George Soros.
El Instituto de Empresa donde ha sido colocada la mujer de Pedro Sánchez recibe tanto capital privado como público de importantes bancos y agencias de crédito, pasando por la Coorporación Islámica para el Desarrollo en el Sector Privado.
En palabras del propio George Soros: "Europa debe invertir en África".
Es en este momento de la ecucación donde entraba justamente Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez. Creo que ya a nadie le deberían de quedar dudas de cuál fue uno de los principales puntos a tener en cuenta en aquella reunión que tuvieron en Moncloa.
Afirmar que haya sido el propio Pedro Sánchez quien ha conseguido colocar a su mujer es darle demasiado poder a quien ocupó la Moncloa con las mismas malas artes que un grupo de asustaviejas. Así que, disfruten lo que nadie ha votado.