De pequeño me críe un barrio lleno de personajes a cada cual mejor, pero hoy me he
querido centrar en uno de tantos. Llamémosle Jesuli, no es su nombre real
evidentemente, pero sí le llamaban a diario acompañado de una de esas
terminaciones apelativas cariñosas. Jesuli era un chico del barrio que a mí me
sacaba cuatro años y aunque nunca llegásemos a ser grandes amigos sí que
tuvimos buena conexión. Estaba obsesionado con las pajas de la manera más
enfermiza que jamás he llegado a conocer. Se la iba pelando delante de todos,
incluso en mitad de un partido de fútbol. Siempre decía aquello de subir, subir
vosotros que yo me quedo atrás que estoy cansado, y lo que hacía era buscarse
el apaño para darse un buen refregón. Según decía era capaz de llegar al
orgasmo en tan solo segundos. Una máquina.
26/4/18
Desmigando la sentencia judicial de La Manada
Condenados por cinco delitos de abusos sexuales continuados, el pago de una indemnización entre todos de 50.000€ y los gastos acarreados al Servicio Navarro de Salud de 1531,37€. A pesar de que nuevamente la parte de la sociedad que supuestamente más solicita diálogo, tolerancia y comprensión para sus ideas y pensamientos ahora mismo está organizándose para manifestarse la misma tarde del día de la sentencia en las principales ciudades de España para presionar al Poder Judicial. Algunos pensábamos que las condenas sin juicios murieron con Fernando VII. Qué equivocados estábamos.
17/4/18
Fariña, el secuestro de la publicación y los cincuenta ignorantes de siempre
Imaginemos que alguien publica un libro diciendo que vuestro padre es un asesino, que vuestra hija forma parte de una red de explotación sexual o que simplemente vosotros mismos os habéis hecho de oro vendiendo libros fotocopiados de las bibliotecas públicas. Para el caso es lo mismo. No tiene tanta gravedad la acusación. Pongámonos en la situación de que se han publicado esas informaciones años después de que en unas primeras diligencias aparezcas encartado en ellas por las mismas acusaciones que se presentan en ese libro. Hasta aquí todo en orden.
26/3/18
La sobreinformación criminal y el periodismo de los más gilipollas
Recuerdo hace años un programa de reportajes en Antena 3 que se llamaba "A Fondo". Comenzó como una crónica de sucesos y crímenes. Algo divertido para todos aquellos que siempre hemos mostrado especial atención por estas conductas humanas más que desviadas. Con el paso del tiempo el análisis de estas intervenciones iban más allá del hecho en sí. A medida que iban avanzando los capítulos se terminaban adentrando en las prácticas criminalísticas para la aprehensión del reo. Con el tiempo, cualquiera con dos dedos de frente ya conocía de los errores más comunes por los cuales todos esos asesinos terminaban siendo puestos a disposición de un juez. Mientras merendabas en tu salón tranquilamente terminabas aprendiendo, al menos, todo lo que no tenías que hacer para así ponerle las cosas más difíciles a la Policía Nacional y a la Guardia Civil. Nos enseñaron durante años a no ser descubiertos. A todos. A los buenos y a los malos.
1/3/18
Te voy a explicar la absolución de Ramón Vera, alias Cassandra @Kira_95
Todos recordaréis la historia de este afamado tuitero. Ramón Vera fue condenado por la Audiencia Nacional por un de humillación a las víctimas del terrorismo. Montó el circo sobre la libertad de expresión y como bien quedó recogida en dicha sentencia solamente supo hacer alusiones sin sentido a la mal llamada Ley Mordaza. Hoy, uno de marzo de 2018, el Tribunal Supremo estima el recurso de casación anulando la sentencia. A Ramón Vera se le concede la absolución.
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